Hola.
Soy Alberto
Chicote y esto es: Pesadilla en la cocina.
¡Lo
siento!, lo siento de verdad, pero es que no he podido resistirme a
empezar esta reseña así. Y la verdad... tampoco he encontrado una
manera mejor de comenzar a hablar de la novela Revoltijo De
Garbanzos.
Este
libro es la primera incursión literaria del autor Lorenzo
Arganzuela; un arquitecto técnico de profesión, que sintió la
necesidad de trasmitir sus vivencias de juventud en un Madrid
frenético y adictivo, con la única intención de compartirlas con
todo aquél que lo desee.
Antes
de empezar a meternos en materia, quiero dar las gracias a la
editorial Círculo Rojo
que, en cuanto le solicité el libro, no tardó en ponerlo en mis
manos.
Un
grupo de amigos, treintañeros y cuarentones, disfrutan
disparatadamente, trabajan y exprimen la vida que Madrid les ofrece;
alternan por Chueca, Malasaña o La Latina mientras los días
discurren felices. La capital bulle en escenarios por donde
revolotean personajes triunfadores, fracasados, moralistas,
libertinos, rebeldes o resignados.
Cuatro
de estos amigos deciden embarcarse en la apertura de un restaurante,
que resulta ser todo un éxito, convirtiéndose en un lugar de
referencia para los artistas y famosos del momento. Así como en el
centro de la vida de los personajes de la historia.
Se
suceden las celebraciones, actos culturales, fiestas gastronómicas,
viajes y juergas. Pero, “no todo lo que brilla es oro”. Pues los
chicos guardan oscuros e inconfesables secretos que terminan
condicionando y trastocando la convivencia entre ellos.
Lo
primero que hay que entender sobre este libro, es que, como dice la
solapa del mismo, Muchas de las anécdotas que narra el autor, se
basan en experiencias personales, o en su defecto, de personas
cercanas, a excepción de algún que otro suceso usado para dar
encaje al hilo argumental a las vivencias que el autor narra.
Una
vez entendido este punto, puedo decir que este libro me llamó la
atención por parecerme un título original que prometía algo
diferente. ¡Y vaya si es diferente a todo lo demás!
Señor
Arganzuela, he de decir que me he reido mucho con su historia y ha
conseguido que un servidor se ponga a leer con total seriedad, y
acabe teniendo que cerrar el libro un momento, porque me reía tanto
que los ojos se me cerraban y al intentar abrirlos lagrimeaban.
Muy
bien, Don Lorenzo. Sí señor. Es usted el P**o amo. Se lo digo con
todo el cariño del mundo. No se lo vaya usted a tomar a mal.
Ahora
bien. Hay momentos en los que en mi más humilde opinión, sobra
descripción de platos y comilonas. Señor, que uno es humano y, al
menos a mí, sólo con leer algunas de las composiciones
gastronómicas, se me hacía la boca agua y tenía que ir a atracar
la nevera para, en vez de encontrarme un suculento cordero al abrir
la puerta del frigorífico, lo que veía era un tímido y escueto
cuarto de kilo de choped.
Eso
sí. Es la primera vez que paso hambre mientras, y perdóneme la
expresión, me meo de risa.
La
verdad, es que el libro me ha gustado, pero la acción tarda en
llegar.
¿Por
qué dices eso, BookCy?, preguntaréis.
El
libro consta de 374 páginas, y la acción comienza en la doscientos
y algo.
Esta
es la pega que le veo a su obra, Don Lorenzo. Porque lo demás...
personajes, ambientación, vivencias, etc, etc... me ha divertido.
No
se tome esta pega a mal tampoco, Don Lorenzo, que yo, si un libro no
me gusta, suelo dar como mucho, muchísimo, una oportunidad de cien
páginas y este me lo he leído muy a gusto y enterito.
Muy
bueno su gazpacho literario.
Un
aplauso para usted.